Tembloroso me dirigí al baño a terminar de asearme y peinarme, una vez hube terminado cogí de la caja fuerte la cartera con el dinero y un reloj…al coger también el teléfono móvil me quede mirando para la caja de la pistola, dadas las circunstancias y por lo que me había dicho John quizás no me vendría mal aquel arma….por lo que pudiera pasar…,la saqué de su funda y me la metí en la parte de detrás del pantalón donde a simple vista no se notaba, justamente en lo que parecía un doble fondo de la caja se encontraba otra solapa, era una solapa en la cual para verla debías fijarte muy bien, en ese momento me acordé de las palabras de John…”busca en la caja los códigos”, algo me decía que en aquel compartimiento secreto se encontraban dichos códigos…tiré de aquello hacia arriba y aquella intriga de repente se transformó en extrañeza…era una especie de PDA, seguramente aquellas numeraciones se encontraran en su interiror… sabía lo que era aquello porque yo tenía una parecida para mi trabajo, me había costado sangre sudor y lágrimas entenderla para darle uso, sin pensarlo y sin querer encenderla de momento me la metí en el bolsillo, algo me decía que no iba a pasar mucho tiempo hasta necesitarla….creo que ya estoy preparado, me dije a mi mismo… había llegado la hora de salir de allí, para lo bueno o para lo malo ya no había vuelta atrás así que sigilosamente agarré el pomo de la puerta, lo giré y salí de aquella habitación...era curioso, al cruzar aquella puerta no se encontraba el típico pasillo de hospital todo lleno de habitaciones numeradas con el cual esperaba toparme, sino una especie de hall de unos 10 m2 con varias puertas, en el suelo había una alfombra preciosa y el las paredes cuadros que parecían ser del renacimiento, la puerta que tenia a mi izquierda debía ser la de detrás del cristal, era exactamente igual que la mía, lo único que las diferenciaba era el tipo de apertura, la mía tenía para meter tarjeta y la otra simplemente el picaporte, de frente estaba una puerta que a todas luces era la que daba a la calle, no solo porque era mucho mas grande, sino porque además su forma me era muy familiar, alguna que otra había montado yo en mi empresa de construcción…aún quedaba una 4ª a mi derecha, ésta era más pequeña y de diferente color, supuse que daría a algún otro sector de la clínica o que simplemente era un cuarto con material médico….quién sabía, simplemente estaba suponiendo, iba a ciegas y encima nervioso, todavía tenía metido el susto en el cuerpo después de la fugaz conversación con John, tenía que tranquilizarme y pensar con cabeza,….Veamos, en la habitación del cristal no podía meterme, podría venir en cualquier momento alguien y pillarme, en principio no tendría importancia puesto que como John había dicho ya tenía la supuesta alta por parte de los médicos, pero claro, cualquiera se fiaba ahora de nadie estando como estaba el patio, sería mejor salir de allí sin que nadie me viera…tras unos instantes pensado, al final me decanté por la puerta de la derecha, si salía por la que tenía en frente ( la grande ) me arriesgaba demasiado a que me pudieran ver, también es cierto que me ayudó mucho a decidirme el hecho de que ésta estuviera un poquito abierta y no se oyera ningún ruido al otro lado, despacito abrí un poco mas la puerta y metí la cabeza lentamente para ver donde demonios daba aquello, de repente y dándome un susto de muerte se encendió la luz, de la impresión y debido al reflejo retrocedí la cabeza y me pegué un coscorrón con el marco de la puerta... ni siquiera me dolió del susto tan gordo que me llevé, pensaba que alguien me había descubierto y había encendido la luz de aquella sala….pero no, gracias a dios solo era un sensor de estos que cuando detecta la presencia de alguien se enciende la luz, respiré aliviado, ahí es cuando ya me empezó a doler el golpecito…rápidamente metí el resto del cuerpo dentro, aquello era otro hall como el anterior con la diferencia de que este sólo tenía una puerta ( a parte de por la que yo había entrado ) y un ascensor, afortunadamente la puerta que había estaba abierta y se podía ver perfectamente lo que había dentro, como yo había imaginado allí había estantes con medicamentos y material clínico, el ascensor estaba abierto también lo cual me parecía una excelente noticia, pero la suerte me duró poco al ver que dentro de éste se encontraba un teclado con muchos números, evidentemente aquello era un cuadro de seguridad de estos que sirven para ir de piso a piso marcando un código, yo ya lo había visto, se me vino a la mente que hace un par de años en una feria de seguridad para empresas que se hizo en Barcelona había un stand con un ascensor exactamente igual que aquel, nos llamó mucho la atención, resulta que solo funcionaba si le metías el código correcto y como aquello era una herramienta exclusiva de seguridad si metías tres veces mal el código daba aviso a los miembros de seguridad del edificio, pero eso no era lo peor, también disponía de una cámara de seguridad en su interior con la cual me podrían ver en cuanto pusiera un pie dentro…. así es que lo llevaba claro….tenía que pensar algo con rapidez puesto que si las luces iban con sensores y la luz del primer hall ya estaba encendida quería decir que alguien estaba pululando por allí dentro, aquello me puso un poco mas nervioso si cabía…De repente di con la solución, bueno corrijo, se me ocurrió una pésima idea que lejos de ser la mas brillante de mi vida quizás me sacara de aquel atolladero, había que probar suerte e ir a la desesperada...Entré en la sala de material médico y miré a ver que podía servirme...colgada de una percha había una bata de médico, en su parte izquierda llevaba una plaquita en la que se podía leer Dr. Tails, dpto. de neurología, aquella era la mía, me la probé y me quedaba perfecta, ni que me la hubieran hecho a medida, cogí también una carpeta con papeles que había encima de una mesa…el plan estaba claro, intentaría meterme en el ascensor evitando lo máximo posible la cámara que estaba en la parte superior enfocando para abajo haciendo que leía los papeles, ….hasta ahí era mas o menos coherente la cosa, con alguna que otra lagunilla pero pasable….ahora venía lo verdaderamente arriesgado del plan, “la numeración”, era la hora de sacar la PDA…mi intuición me decía que John había tenido en cuenta cualquier contratiempo y que de una forma u otra dentro de aquel aparato estaba la numeración necesaria que hacía que aquel maldito ascensor se moviera…sus últimas palabras de hecho, habían sido esas: “busca en el interior de la caja los códigos”….y claro estaba que aquello necesitaba un código...nervioso le di al botón de encendido que estaba en la parte superior, acto seguido la pantalla se tornó de negra a azul… Un mensaje me salió como cuando enciendes un móvil…Bienvenido Sr. Peter, aquello me dejó boquiabierto, acto seguido se volvió a fundir en negro la pantalla…¡Maldición!, lo que me faltaba…ahora me pedía un password para entrar en ella, ( el password era la contraseña que te piden algunos aparatos electrónicos por seguridad puestos por sus dueños )…¿Y ahora que demonios hacía yo?, estaba claro que no podía recurrir al interior de aquel aparato que se suponía que tenía todos los códigos que necesitaba…maldita sea, John seguro que no había tenido aquello en cuenta…eran 5 dígitos, enseguida recurrí a lo típico que se recurre en estos casos, puse todo ceros, pero nada, la verdad es que no tenía tiempo de andar probando una tras otra, podía ser cualquier palabra de 5 letras…entonces caí en la cuenta de algo…”Bienvenido Sr. Peter”…se suponía que aquella PDA era mía al igual que la pistola y el teléfono móvil, al menos eso era lo que dejaba ver las siglas que había donde las encontré...¿qué password pondría yo si aquello realmente fuera mío?...estaba claro que si realmente tenía una hija como había dicho el Dr, nada mejor que su nombre para ponerlo como contaseña....así que hice memoria y recordé que se llamaba Lucía...así lo hice, sin pensarlo tecleé letra tras letra y le di al intro con los dedos cruzados…!!Bingo¡¡…no se cómo pero aquello se desbloqueó al instante, al verlo y por un segundo me asalto la duda de que si realmente aquel aparato era de mi propiedad quizás entonces no era tanta locura el pensar en una vida como yo la recordaba, puesto que la contraseña que había puesto era Lucía en castellano, pero si por el contrario aquello era cosa de John, aún le quedaban muchas cosas por contarme…de cualquier forma no tenía tiempo para pensar nada mas que en la manera de salir de allí rápidamente…tras unos segundos de carga el aparato me llevó a el menú principal, estaba llena de carpetas con distintos nombres, tenía que buscar algo que me llevara hasta la numeración de aquel ascensor…
Tras pasar varias carpetas me fijé concretamente en una en la que ponía mi nombre, dentro de ella a su vez había otra llamada “John” acompañada de un documento de texto el cual decía…
Peter, si estas leyendo esto es que la cosa se ha puesto muy fea, hasta ahora lo has hecho todo muy bien, la numeración del ascensor es 2830**X, esto te llevará directamente al último piso en el cual un helicóptero te estará esperando, el piloto sabe donde ha de llevarte, el te dará el resto de instrucciones, un saludo compañero, nos veremos enseguida….o eso espero.
Ese espero del final la verdad es que había hecho que se me estremeciera el cuerpo…sin perder un segundo mas me dirigí al ascensor ataviado con la bata y la carpeta, en todo momento mirando hacia abajo entré en el y con los dedos temblorosos tecleé el código que John me había dicho…Durante unos segundos no ocurrió nada lo cual me asustó mucho, seguro que alguien con dos dedos de frente se había dado cuenta de aquel entupido plan…pero no, quizás por una vez en mi vida la suerte estaba de mi lado, el ascensor empezó a subir en ese preciso instante, supuestamente a la azotea donde me esperaba un tipo que en mi vida había visto y del cual me tenía que fiar…lo cierto es que el plan no era muy seductor, pero desgraciadamente era el único que había, tenia que arriesgarme...mientras el ascensor se elevaba hasta su destino me llamó mucho la atención la canción que sonaba en el hilo musical, ni el novelista con mas mala leche de la tierra o el director de cine mas avispado lo hubiera tramado mejor…era la sintonía de la película “Misión Imposible”…entonces yo pensé….encima cachondeo…me dieron ganas de mirar hacia la arriba y preguntar que si aquello era una cámara oculta o alguna broma de muy mal gusto…por fin el ascensor llegó a su destino, sonó el típico “clin” y se abrieron las puertas, la claridad me cegó en un primer momento, mis ojos se habían acostumbrado a los fluorescentes del hospital y aquella cantidad de luz solar hizo que mis pupilas se encogieran quedando del tamaño de una cabeza de alfiler, cuando todavía mis ojos no se habían acostumbrado a toda aquella luz de repente y dándome un susto de muerte alguien me cogió fuertemente del brazo…instintivamente sin saber aún como cogí del brazo a aquel individuo y haciéndole una llave le reduje…“No, Sr. Petter, no me haga daño…me manda John a por usted”, enseguida comprendí que aquel era el piloto del cual hablaba el documento de texto de John…"Acompáñeme si es tan amable al helicóptero, hemos de salir rápidamente de aquí, ha tardado usted mas de lo previsto, llevo dando largas a la torre de control desde hace un buen rato"…dijo nervioso…justo en el medio de la azotea se encontraba el aparato, jamás había visto un helicóptero tan de cerca, con tanto trajín y nervios se me había olvidado algo importantísimo…tenía pánico a volar, siempre iba en coche a todos lados, mi miedo a volar venía de la primera vez que me monté a un avión, el trayecto era de Madrid a París, fui por motivos de trabajo, creo que fue al primer curso pagado al que fui, por aquel entonces mi jefe pensaba que apuntaba maneras, pero me veía aun muy verde por lo que me mandó a París a una convención sobre la construcción…el caso es que por motivos meteorológicos a mitad de camino tuvimos que hacer un aterrizaje de emergencias…pasé tanto miedo que desde entonces tengo pavor a los aviones o todo aquello que vuele….pero claro, ¿qué hacía yo en ese preciso instante?, ¿qué le decía yo a aquel hombre que se estaba jugando el cuello por sacarme de allí?...¿disculpe, me bajo porque tengo miedo a volar?...tenía que hacer de tripas corazón, apretar los dientes y que fuera lo que dios quisiera…me puse el casco que me dio aquel individuo y respirando hondo mire hacia delante…para mi desgracia aquello era lo mejor que me podía haber pasado, justo cuando las aspas del helicóptero empezaron a girar y el aparato se disponía a coger altura, más o menos en mi segundo padre nuestro, del ascensor por donde había subido yo salieron tres hombres corriendo hacia nosotros…desde allí hasta el helicóptero había mas o menos unos 25 o 30 metros, en un momento dado yo respiré de alivio porque el aparato ya había tomado suficiente altura como para que nos atraparan, pero casi se me sale el corazón cuando pude ver que uno detrás de otro empezaron a sacar sus armas, ahí la cosa ya se puso bastante peligrosa…en un abrir y cerrar de ojos empezaron a vaciar el cargador contra nosotros, uno de ellos claramente apuntaba al motor del avión, los otros dos nos disparaban directamente a nosotros…de nuevo, de manera instintiva eché mano a la pistola que guardaba en la parte de detrás del pantalón...no podía dejar que aquellos individuos que estaban atentando contra mi persona tiraran el aparato a bajo o nos metieran un balazo…lo cierto es que empecé a disparar como si lo hubiera hecho toda mi vida, de tal forma que a uno le di en la primera descarga y a otro creo que lo hice entre ceja y ceja…el tercero de ellos se fue dirección al ascensor huyendo de las balas…ya estábamos muy alto, el hospital cada vez se veía mas pequeño…en ese momento el piloto se giró hacia a mí diciéndome que nos encontrábamos fuera de peligro…había un ruido ensordecedor, la sensación de rareza y culpabilidad se mezclaban con la extrañeza de no sentir miedo a estar volando…fue muy extraño…En cuanto pude despertarme de aquel estado de shok le pregunté al piloto…¿quién demonios eran esos tíos?...¿donde me lleva?... éste se quedó muy serio mirando hacia a mí y me dijo: “muy pronto encontrará respuestas a todas sus dudas Sr. Peter".
Había matado a dos hombres, era algo que no se me iba de la cabeza, yo siempre había sido un pacifista empedernido, en mi vida me había metido en ninguna pelea, es más, yo era el típico que siempre separaba y mediaba en cualquier altercado…realmente lo que me dejaba mas frio de todo aquello era, no el hecho de haber disparado contra aquellos individuos, sino la soltura con la cual me había desenvuelto, aquella puntería no era normal, quería pensar que había sido cuestión de suerte o casualidad….de todas formas quise justificarme, no me parecía nada justo el que yo me culpara de aquello cuando ellos nos podían haber matado si hubieran acertado en sus disparos, había sido cuestión de supervivencia pura y dura, no había que darle mas vueltas...estaba claro que aquello me puso de golpe y porrazo al día, como de un jarro de agua fría se tratara, me había dado cuenta de que ahora tendría que tener mucho cuidado, había entrado en una espiral de violencia que hasta ese mismo instante era totalmente desconocido para mí...de nuevo me dirigí al piloto…"¡le ordeno que me ponga al día de todo!, quiero que me diga donde vamos exactamente y quien era esa gente, no me cabe en la cabeza que alguien quiera acabar con mi vida…¿porqué?"..."Sr. Peter, soy el comandante Martins, me han puesto al día de su perdida de memoria, permítame decirle que en estos momentos eso es un contratiempo tremendo para usted…le ha ocurrido esto en el peor momento posible"…me dijo lamentándose..."cuénteme algo que no sepa Sr. Martins",…le conteste yo con una mezcla entre enfado e ironía…"discúlpeme Sr. Peter, nos dirigimos hacia una de sus viviendas en Londres, esas han sido las ordenes directas que me ha dado su mujer, me pidió encarecidamente que le trajera sano y salvo...." .
De repente, a lo lejos, una gigantesca se levantaba ante nosotros...."Sr. Peter ya estamos llegando....Bienvenido a Londres otra vez"....
.....Continuará