Pues nada, ya se acaba el Domingo y mañana a trabajar...que extraña sensación me deja este día tan peculiar... Empieza siendo fabuloso porque te levantas mas tarde de lo normal (bueno, esto quien no tenga hijos), cuando ya te has duchado y vestido te dispones a salir a comer (tambien está la versión nini-atemporal que ese hace lo que le sale de las pelotas y si quiere sale y sino no)...una vez comido te echas en el sofá con la excusa de ver un poco la tele y te echas una cabezadita (repito lo de antes, esto para quien no tiene hijos)...siendo ya las 6 de la tarde aproximadamente te dispones a dar un paseo con su correspondiente consumición en el sitio típico de turno, es ahí donde, con una copa en la mano, empieza a decaer el día....la imagen de la puerta de tu trabajo y ese sonido perforante de tu despertador hacen que empieces a estar incomodo....empieza la irritabilidad....ya con cara de mala leche vas para casa y cenas algo ligerito (porque normalmente las comidas en casa de los padres o suegros suelen ser copiosas y tu estomago no está para muchos trotes a esas horas), desconozco el porque, pero de repente cuando vas a mirar el reloj son las 12 de la noche....lo cual hace que, para aplacar esa ira mental, tus pies te dirijan a la cama.
Tras dar mil y una vueltas tanto fisicamente como mentalmente te quedas dormido....y como por arte de magia.....PIIIIPIIIIIIIIIPIIIIIIIPIIIIIIIIIIII!!!!!!! el despertador del demonio....Ya es Lunes...A TRABAJAAAARRRRR!!!.
Es ahí donde empieza de nuevo esa espiral en la que ya ves mas próximo el siguiente Domingo.
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